miércoles, 23 de marzo de 2011

MDC. Un paseo para recordar


- Como un milagro... Ya entiendo.
- ¿Qué entiendes?
- Que te encanten estas cosas.
- ¿Estas cosas?... También tengo mis creencias, tengo fe, ¿tú no?
- No... existen demasiadas cosas malas en el mundo.
- Sin sufrimiento no habría compasión.
- Dile eso a los que sufren.

 
- Lo estoy intentando, pero creo que echo de menos estar contigo. Creo que me inspiras.
- Suena a falso.
- ¿Qué suena a falso?
- Todo.
- Pues no lo es.
- Demuéstralo.

 
- No tienes idea de lo que significa la amistad.
- Yo quiero más que eso.
- Tú no sabes lo que quieres.
- Ni tú tampoco. Te asusta que alguien te desee y quiera estar contigo.
- ¿Y por qué debería asustarme?
- Porque no podrías refugiarte en tus libros, ni en tu telescopio, ni en tu fe. ¿Sabes por qué estas tan asustada? Porque también quieres estar conmigo.

- Te quiero.
- ...
- Ahora sería un buen momento para decir algo.
- Te dije que no te enamoraras de mí.


- ¿Puedo besarte?
- Tal vez no sepa hacerlo...
- Eso es imposible



-¿Tienes miedo?
-Tengo miedo a perderte, a no estar contigo.
-Eso jamás ocurrirá.
 


El amor es sufrido y considerado, nunca es celoso. El amor nunca es jactancioso o engreído, nunca es grosero o egoísta, nunca se ofende ni es resentido. El amor no haya placer en los pecados de los demás y se deleita en la verdad. Siempre está dispuesto a excusar, confiar, esperar y soportar todo lo que venga.


- Lamento que ella no tuviera su milagro.
- Lo tuvo.. fuiste tú.


 


Ya han pasado cuatro años, pero la imagen de J. viniendo hacia mí, jamás se me olvidará.

J. me salvó la vida, me lo enseñó todo: lo que se de la vida, la esperanza y el largo camino a recorrer. Siempre la echaré de menos pero nuestro amor es como el viento, no puedo verlo pero sí sentirlo.


P.

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