miércoles, 31 de agosto de 2011

Pequeños y últimos instantes



“No intentes salir con abrazos, ni con frases, ni con canciones, ni con nuevos amores, ni con amigos falsos. Apóyate en la amistad verdadera, apóyate en la familia, apóyate a ti misma. Supérate cada día con algo nuevo. Haz cosas por los demás. Perdona aunque cueste. Vive. Aprende a llorar sin que te preocupe lo que piensen, pásatelo bien y aprende a pasarlo bien sin esa persona. No dependas de nadie, aprende a vivir por ti. Aprende a que vas a ser tú la que vas a vivir toda la vida, a saber que las cosas se superan… CONFÍA EN TI y apóyate en la gente que te quiere. Sin tú esperártelo serás feliz.”

Hace unos meses, por no decir un año, porque el tiempo no corre sino vuela, una amiga me decía estas palabras que he releído una y otra vez sin conseguir ponerlas en práctica. Tan aparentemente sencillas e imposibles para mí.


Pero, cariño, el tiempo todo lo cura.
Porque un día te cansas, y te das cuenta de que tú también importas. Y no sólo eso, sino que además, si te detienes a mirar, incluso tienes cosas buenas, cosas que nadie más tiene.
Igual ha sido gracias a una amiga que se ha encargado de subirte la autoestima cada día, o de un libro de optimismo, o de una conversación con tus tíos. Tal vez incluso, ha podido ser gracias a haber tocado fondo un par de veces y haber salido del hoyo igualmente… o a raíz de ver que todo se tambalea, que el mundo que tú tenías, el mismo que habías construido con sumo cuidado y perfección se derrumba de golpe, y entonces sólo quedas tú, y tienes que seguir adelante como sea.

Da igual cómo, el caso es que un día te levantas, te miras al espejo y te replanteas tu importancia en el mundo, te replanteas el modo en que te afectan los problemas, te replanteas que, igual, las cosas no serían así sin ti, ya sea para bien o para mal, y entonces, te das cuenta de que tienes dentro una fuerza que ni tú sabías.

Que vales la pena.
Que importas.
Eres grande

La frase “you are not alone” susurrada por R. Kelly cobra por fin un sentido alegre, porque ahora te lo crees. “Just a dream” ya no suena triste y al escuchar Maldita Nerea las letras pierden importancia frente a la voz de JR.

 


Decide hoy qué recuerdos tendrás mañana.
Nunca arruines tu presente por un pasado que no tiene futuro.
No trates como prioridad a quien te trata como opción...
Pero nunca des la espalda a nadie. Porque nadie está en tu vida por casualidad.
Ha sido un año muy duro, para qué negarlo. De los errores se aprende. Lo que no mata, hace más fuerte. 
Y detrás de las nubes, el cielo siempre sigue azul.

Puede parecer una locura, pero cuando abrí este blog no tenía claro ninguna de estas cosas. Tampoco tenía claro exactamente qué era lo que quería escribir, cómo empezar, o qué finalidad tenía escribir cientos de borradores a las tantas de la madrugada con la única compañía de una, dos o tres tazas de té. Poco a poco el blog fue cogiendo forma y yo fui creciendo con él, aprendiendo a enfocar los problemas, las alegrías y los momentos cotidianos de cada día… Aprendiendo a disfrutar más de las cosas pequeñas.


Da igual el tiempo que pase, siempre voy a recordar exactamente porqué escribí esto o aquello en cada post, con cuáles disfruté como una niña pequeña riéndome a carcajada limpia y con cuáles lloré a moco tendido. Aquí queda sellado el transcurso durante un año de mi vida, seguramente de los más decisivos y difíciles, así que dejándolo, dejo también una parte de mí.
Gracias a Dios hoy sé qué fue lo que me llevó a comenzarlo, sé también que fue algo necesario, algo que ha sido decisivo para madurar aunque verlo haya sido una de las cosas más difíciles que haya hecho en mi vida. Aún así, sé que esto no es todo, aún me queda mucho camino por recorrer y muchísimas lecciones que aprender.


“Piensa que aún hay días que todavía están llegando, piensa que hay canciones que jamás has escuchado, piensa en lo que te queda por hacer.
Piensa que hay historias que nadie te ha contado, piensa que hay lugares que nadie te ha enseñado, piensa en lo que te queda por hacer”
Piensa que algo nuevo te espera cada día. Esa es la clave.
No quiero hacer un último post ñoño, ni lleno de cursilerías vacías y sin sentido. Nunca he tratado de rellenar el espacio en blanco con palabras inútiles, creo que cada frase tecleada ha sido necesaria y constituye la esencia de un blog, que sin duda, ha dejado huella en mí.


Me espera un año intenso, lleno de experiencias que seguramente merezcan ser contadas… Tal vez en otra ocasión.
Puede que haya llegado el momento de dejar de contar las experiencias vividas, para vivirlas de una forma más plena. Se cierra una etapa importante de mi vida y comienza una que lo es aún más… Supongo que dejar el blog es una forma más de aceptarlo.
Además, este año el tiempo no juega  a mi favor, lo sé. Ya puedo ver las pilas de apuntes y de libros. Las noches a base de cafés y Burns.
Por supuesto también veo una larga lista de planes que cumplir, propósitos que renovar y metas que alcanzar. Son los primeros efectos de septiembre: las ganas de recomenzar. El olor a nuevo de los libros, los lápices afilados, las gomas sin estrenar, el último año de uniforme. Al final, poco a poco el tiempo que dedicaría a escribir sería de poca y mala calidad y eso, no sería justo.


Gracias por cada visita, por cada comentario, por cada foto y frase que me han servido de inspiración.
¿Me prometes una cosa? Prométeme que hasta que nos volvamos a encontrar, vas a disfrutar cada momento al máximo, como si fuera el último. Porque cada instante aprovechado, por pequeño que sea, bien merece toda una vida vivida…


Mientras tanto sólo una cosa…
Nos vemos pronto.
Con cariño,

Pitu.

domingo, 21 de agosto de 2011

B. happy, B. free



Juré que no volvería a sucederme de nuevo… Volvió a pasar


Y volverá a pasar una y otra vez hasta que me conciencie de la realidad, 
recapacite 
y me dé cuenta cuál es mi posición exacta en estas trincheras en las que si no te cae por un lado, te acaba cayendo por el otro. 
Por intentar salvarte te hice daño, y lo siento, lo siento muchísimo. Nunca terminé de creer que fuese una pieza importante en tu vida.

Repaso mis lecciones delante del espejo y me digo que a la larga lo bueno es lo correcto, respiro lentamente y me vuelvo hacia la barra del bar, donde tú estás… Y tú que te conoces el mapa de mi alma ya sabes que hay un mundo detrás de mi mirada, sabes abrir mis puertas preguntándome si todo va bien, o algo va mal… Y aquí es cuando tus ojos me dejan de ser nada rompiendo en mil trocitos mi parte mas sensata, se queda mi teoría convertida en un montón de palabras”
Ya ves si soy idiota, que ahora te tendré que volver a olvidar… No hace falta que te jure querido compañero que no debí quererte sin embargo te quiero, así que no hagas trampas que sabes ya de sobra cual es mi debilidad”

Y una noche más no me puedo dormir, así que salgo a la terraza y me pongo a pensar, y aunque sacar conclusiones por las noches sea lo peor que se pueda hacer, por una vez concluyo algo que al día siguiente me sigue pareciendo buena idea, porque me reafirmo en la conclusión de que dejarte ser feliz será renunciar a serlo yo, pero que merecerá la pena. Renunciaría mil veces a un capricho -aunque ya hace tiempo que dejé de considerarte así- con tal de que tú seas feliz. 
No sé que tendrá ese nombre, pero a todos os da ese algo que os hace tan especial. 

Difícilmente podremos ser más que amigos, pero no importa, seremos hermanos
Nuestra relación no penderá de un hilo como la frase “lo dejamos”, “no es por ti, es por mí”, o “esta relación no tiene futuro”. No tendremos la obligación de hablar todos los días por teléfono, ni por whatsapp ni por nada que se le parezca. Cuando hablemos, será porque nos apetezca.
Me encargaré de ti, prometo cuidarte igual que tú hiciste conmigo aunque ya no pueda estar en tu casa cinco minutos después de recibir tu “que haces esta tarde nena?”.


No podremos pasarnos noches y noches en el aquel pub contándonos cosas mientras el camarero que nos atiende espía nuestras conversaciones, 
tampoco me irás a buscar al colegio en bicicleta, 
ni te veré cada mañana antes de entrar al colegio, 
y difícilmente me podrás acompañar a casa cuando ya no quede nadie por las calles. 
Pero nada de eso importará, tenlo claro.

Si te caes te levantaré, no dejaré que olvides cuánto vales. Y si es lo que de verdad te hace feliz, me ocuparé de que no estés a tres… sino a doce metros sobre el cielo.
Con más cariño del que nunca hubiera debido,
Nos vemos pronto,
P

jueves, 18 de agosto de 2011

Bienvenidos a bordo.

"Ladies and gentleman welcome to board"

El verano es el momento preciso en el que los aeropuertos se llenan de gente de todos los países, es la mezcla perfecta de culturas.
Se pueden distinguir dos tipos de pasajeros: Los que viajan a menudo y se podrían recorrer los pasillos con los ojos cerrados y los principiantes que no lo hacen con tanta frecuencia y en sus caras se puede leer emoción o terror. Cuando llevas más vuelos viajados estas expresiones se sustituyen por aburrimiento.
Pero fundamentalmente siempre está más llenos de gente extranjera que la de tu propio país, así que hay gente para rato a la que fichar; en cualquier caso es gracioso ver a esas chicas con tacones de aguja de tres metros, ¡vestido de Chanel! y pamela como si ya estuviesen en su destino ignorando completamente las horas de vuelo que las esperan, las maletas que han de cargar y las aduanas que seguramente tengan que pasar.
Lo más aconsejable al llegar (en mi opinión), es observar. Especialmente a la gente con la que vas a compartir el vuelo, perfectamente arreglados, cómodos y (a no ser que su destino sea trabajar) de buen humor. 
De momento compartís la interminable cola de facturación de las maletas pero en unas horas ya casi te vas a saber hasta sus señales de nacimiento.
Si vas unas cuantas horas antes de la salida del vuelo y si tienes tarjeta VIP podrás pasar a una sala de preferencia en la que se distinguen la zona de fumadores y no fumadores. La primera es la más agobiante ya que todos lo fumadores empiezan a consumir su tabaco como si nunca mas fueran a tener la oportunidad de dar una calada. Al cabo de un tiempo a los de esta sala les avisan de que deben ir embarcando ya.
Las primeras horas de vuelo todo el mundo está perfectamente colocado, cada bolsa en su asiento y un murmullo general aceptable. Al cabo de unas horas por supuesto la situación ha cambiado. Los niños empiezan a correr por los pasillos y a llorar, los adultos se irritan y dan un paseo por los pasillos intentando adelantar al abuelillo que va bastante más lento; 
el resto de la gente está demasiado ocupada intentando enterarse de la película de hace 30 años que ni siquiera oyen porque ahora no te regalan ni los auriculares.
Lo normal  hoy en día es aplaudir cuando el avión aterriza.
Cuando bajas del avión puedes notar la diferencia entre el antes y después reflejado en el aspecto de los demás… Ahora tienen los ojos rojos, están despeinados y llevan las chaquetas en la mano esperando la cola del cuarto de baño del aeropuerto. Pero cuando la gente ya no puede más llega la peor parte llamada: Recoja su maleta.
 Normalmente siempre suele salir la última de todas, habiéndola confundido antes con otras quince maletas muy parecidas, eso siempre y cuando tu maleta no sea amarillo pollo como la mía; pero aún así.
Con suerte la maleta aparece un cuarto de hora después que la de los demás, con mala suerte la maleta no aparece así que te toca y a reclamarla y con mucha suerte te la envían a casa al cabo de una semana.
Cuando llegas a tu destino te sientes tan cansado que ni siquiera puedes sonreír, sea donde sea… Desde luego como en casa ¡En ninguna parte!

P.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Siete cosas que nunca te dije



Fotos, canciones, blogs, comentarios, estados, conversaciones, expresiones. 
Tenía todo máximamente controlado, cuidadosamente analizado, podría haber respondido a casi cualquier pregunta sobre ti, por difícil que fuese porque te conocía mucho mejor de lo que nunca te hubieses podido imaginar. De hecho, aquella noche que nunca olvidaré... y no me refiero precisamente a aquella de estrellas fugaces, que también quedará para siempre en mi memoria, sino a aquella noche de despedida -que fue como darle al Replay en el tiempo-. Sí, precisamente esa noche en la que compartimos tantos secretos, esa noche de pacto de silencio sobre qué pasó realmente, de contenido con paradero desconocido para cualquier persona que no seamos tú o yo, precisamente esa noche pude observar que así era: que en realidad, te conocía perfectamente y que daba igual el tiempo que hubiese pasado porque todo seguía igual… Tú seguías igual.

Y mira que lo siento, pero no se puede decir que ese sentimiento fuese en ambos sentidos. 
Prueba a que te hagan una pregunta sobre mí. Igual se te hubiese quedado una de esas caras que pones en tantas fotos… ¿Ni idea, verdad? No te preocupes, lo sabía de sobra.
Bueno, llevamos un año recorriendo un camino juntos y tampoco lo sabías, así que lo tomaré todo como simple ignorancia masculina, sólo que la próxima vez, presta más atención:

1- Mi familia siempre fue, es y será lo más importante. Gracias a ella he salido de tantos y tantos baches, porque los compañeros, los colegas incluso los que hoy consideras amigos pueden desaparecer en el momento que menos te esperes, pero tu familia no lo hará. Por algo lo llamo Ohana, porque Ohana significa familia, y familia que estaremos juntos siempre.
2-Dios es el pilar que sostiene mi vida y todo lo que hago procuro que me acerque a Él porque sí, también creo en el Cielo. Es el motivo de la existencia de todas las cosas, la única persona de la que diría “Sin Ti, mi vida no tendría sentido”.
3-Normalmente, no tengo el aspecto con el que me conoces. Siento decirte que en ese sentido, vives en una gran mentira. Tampoco te digo que mi verdadero aspecto sea el que tengo en enero con un blanco enfermizo y las consecuencias de mi descontrol navideño… Pero si alguna vez se te ocurre pasarte por Madrid a mediados de octubre a eso de las cuatro de la tarde será tal cual, uniforme escolar incluido.
4- Hiciste que me viciase a la palabra Pitu, porque muchas personas me llamaban así antes, pero sólo tú hacías que sonase especial. Ahora yo vuelvo a ser la dueña de ese nombre.
5-Dejo de ser un juego cuando dijiste te quiero,
porque no me tomo como un juego las relaciones con las personas, independientemente del tipo que sean. Y si no hubieras desaparecido de repente después de haber dicho esa frase, igual no me hubiera quedado estancada en esas palabras. Igual no hubieras sido mi primer pensamiento de la mañana y el último de la noche durante tanto tiempo.
6- Prefiero la música de Rythem & Blues a cualquier otra, incluida la tuya.

7- Dicen que todo lo que sucede una vez puede que no suceda nunca más, pero todo lo que sucede dos veces, sucederá ciertamente una tercera
Pero aquí lo dejo, no quiero comprometerte más porque sé que eso te asusta, y te sigo queriendo mucho, incluso lo suficiente como para no querer hacerte sufrir y para desearte que todo te vaya lo mejor posible con las palabras que me dices siempre mirándome a los ojos seguidos del abrazo de despedida: “Cuídate ¿vale?”

A tí, autor principal de mi blog: Gracias. Me quedo con lo bueno.
“See u next year”

Y así me despido, sin más, sabiendo que lo mejor de nosotros se queda aquí mismo.
Nos vemos pronto,
P.

martes, 16 de agosto de 2011

Cuestión de reencuentros



Just a year later. Nada más dulce que volver a caminar por las calles que llevo un año recorriendo sin necesidad de pisar. “Esa ciudad de la que nunca te fuiste”.  Porque en realidad, nunca me llegué a marchar.

La misma taquicardia que entonces, y una impresión tan fuerte que hasta respirar se hace difícil… No hacen falta palabras, y tampoco las hay.

La emoción de recorrer cada rincón que lleva consigo un recuerdo, una foto, un abrazo, un beso. Todas las sensaciones que pueden caber en un verano perfecto, concentradas.
Para enamorarse de una ciudad, hay que enamorarse de su gente.
Los reencuentros más esperados del año, los mismos planes de los que nunca me cansaré.
Nos ponemos rápidamente al día de todo un año, porque nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos; pero sorprendentemente, la amistad sigue intacta.


Días en la piscina, noches en la playa. Summer secrets. Friendship. Love. Desfase veraniego. Acento andaluz y sobretodo risas, muchas risas… Y miles de momentos que pasarán a ser recuerdos durante otro año… Hasta el verano que viene.



Sabemos lo que hay, esos momentos no son eternos. Duran lo que duran y son breves pero muy intensos; precisamente lo que los hace tan especiales.
Y sí, las despedidas son especialmente duras, porque doce meses dan para mucho y ninguno sabemos qué podrá pasar en ese tiempo, qué será lo que nos contaremos al reencontrarnos de nuevo…



Sé lo que lo echaré de menos… Pero esta vez sí que me marcho, aunque dejo un trocito de mí allí.
Porque cada verano tiene una historia que contar a la vuelta, y nosotros hemos escrito la nuestra un año más.

“Ahora este sitio está lleno de noches sin arte, de abrazos vacíos”

No importa, algo ha quedado claro este verano: Muito mais é o que nos une, que aquilo que nos separa. Y también que, efectivamente, necesitábamos el Sur para no perder el Norte.
Sólo necesitamos un verano para arreglar el mundo.
Nos vemos pronto,
P.

jueves, 28 de julio de 2011

Con destino al Paraíso

Y es en este momento donde comienza el verano generosamente compartido y para que negarlo, me da vértigo. Esas personas que hacen del verano una época insuperable.










Que esta vez no es un simulacro,
que ya no se puede convocar una cenita para calmar el vértigo,
que el acantilado ya está aquí,
que o te lanzas o te quedas atrás.


Sabes de lo que te hablo: Sitios que impactan, experiencias que llenan, personas que no se olvidan.
Ya puedo casi sentirlo... Rozando el paraíso.
Pitu.