viernes, 14 de enero de 2011

Here we go again



Volvemos a la rutina, a lo cotidiano, a lo de cada día que en el fondo, también gusta.
Es lo que tiene empezar el año, que una vez estrenado y pasada la euforia de cambiar de agenda hay que empezar a hacer realidad los proyectos. Está demostrado que a comienzos de año la publicidad sobre artículos coleccionables empieza a incrementar junto a las ganas de empezar algo desde cero. Así que ya he empezado a echar un vistazo por mi quiosco a ver si encuentro alguna que otra colección por fascículos interesante y que mi bolsillo pueda permitirse; cosa difícil, porque con este mes viene la conocida cuesta de Enero. Después de los excesos navideños (y digo excesos en el mas amplio sentido de la palabra dado que en mi caso ha sido de tipo económico, gustativo, estudioso y demás) y claro, ahora toca ponerse a plan. 

 Para empezar un poco de dieta depurativa no viene nada mal, mucho té e infusiones y el gimnasio también será un gran aliado. El caso del problema monetario ya empiezo a solucionarlo a base de canguros por todos lados pero sin embargo el escolar creo que va a ser más complicado. 

 Primer día de clase, segunda hora de la mañana: Historia. La profesora con toda su buena intención y una enorme sonrisa en la cara nos pregunta qué tal nos han ido las vacaciones. La respuesta suena al unísono “¡Genial!”, a continuación nos recuerda que el próximo jueves (es decir ayer) tendríamos examen de los últimos temas. Entonces formula la segunda pregunta del año que no tiene tanto éxito: “Y sinceramente, ¿qué tal lo lleváis?” Fracaso rotundo, creo que empezamos mal el año: Todas nos quedamos en silencio mirándola. Ella continúa “Venga a ver, seguro que algo habéis estudiado; ¿Quién le ha dedicado un rato diario?” Silencio de nuevo y por lo bajini unas risitas nerviosas. “¿Los fines de semana?” Empieza a desalentarse. “¿Tal vez una hora en total?” Entonces se levanta triunfante una mano y su cara se relaja. “Bueno esto mejora; ¿y entre media y una hora?” Es mi turno, junto al de otras cinco niñas. “¿Alguien lo ha abierto para ver de que iba aunque lo haya cerrado a los dos minutos por ser un auténtico rollo?” Unas diez manos. “Y ahora también sinceramente, que levante la mano quién ni siquiera se ha llevado el libro a su casa” Se suben tantas manos que aquello parece un concierto. 
Sorprendentemente la profesora se recupera rápidamente del golpe bajo y nos alienta con otra enorme sonrisa recordándonos que los mejores coches son aquellos que son capaces de pasar rápidamente de 0 a 100 km/h. Y tiene toda la razón, así que apunto el primer propósito del año, conseguir pasar en esta semana de 0 a 100 y mantenerme aunque sea a 90 aunque para ello seguramente tenga que poner más de una vez gasolina con una parada de emergencia (que seguramente será una escapada a la playa con mis amigas) 
 y también la revisión de la batería a diario que viene siendo mi segundo propósito del año: trasnochar un poco menos y dormir un poco más.
 Aún así Enero no trae sólo cuestas arriba, también está la cuesta abajo de las magníficas rebajas que este año suben un 5% más que el anterior, la crisis afecta a todos. De momento voy un poco mal con el segundo propósito así que voy a disponerme inmediatamente a hacerlo realidad,
Buenas noches
P.

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