miércoles, 26 de enero de 2011

Loving outlet

Maravillosas rebajas. Y es que qué gusto da llevar la cartera llena y volver con ella vacía pero con todas las bolsas ocupando las manos, de todos los colores, tamaños, tiendas, e incluso alguna que otra firma.
No importa lo que lleven dentro, si puedo salir con dos bolsas pequeñas en vez de con una grande mejor, porque abulta mas y mi autoestima crece; será estúpido pero es la sensación más parecida a esas increíbles chicas de "Sexo en Nueva York" o cualquier otra serie americana que recorren las calles con las más lujosas bolsas sacadas de sus recorridos por las grandes boutiques.

Debería estar considerado un deporte nacional, lo practicamos prácticamente todas las mujeres un par de veces al año con más o menos disfrute y nos tenemos que parar un par de veces para hidratarnos y picar algo bajo en calorías que sino todo sienta peor. Existe incluso un apropiado modo de vestirse para las mismas. Es probable que si eres Sarah Jessica Parker tengas una mayor visión de los artículos sobre unos Louboutin de aguja, pero el resto de los mortales debemos usar calzado apropiado y cómodo.

Las pasarelas, previamente el punto de referencia por excelencia. Tendencia. Innovación. Un nuevo idioma. Fashion. Boho Chic. Trendy. Casual. Outfit. Nude. Hot spot. Top secret. Trench. Showroom. Total look. Trendy. Minimal style. Vintage. Chanel. Dolce&Gabanna. Chloé. Dior. Un universo y un arte.
 Y luego llegar al armario de casa, o según la clase social y espacio, al vestidor; y entonces vuelvo a probarme todo pero esta vez con un mayor convencimiento, por supuesto con la música más animada de Akon y sueño por un rato que yo también formo parte de esa parte de Hollywood. Se llama momento "motivación". Y cómo se disfruta.

 Y por fin, después de un largo mes de espera, vuelve a mis manos con muchísima ansia el último número de esa revista imprescindible desde que la compré hace ya medio año. Mi querida ELLE. La hojeo por encima y me empapo de cada artículo y de los adelantos de la nueva temporada que promete, y cada página me susurra que tenga paciencia, que aunque no lo parezca, volverá el buen tiempo. De momento los encargados de alegrarme el día han sido Domenico Dolce y Stefano Gabanna, rompedores como siempre con su nueva colección que una vez más me ha conquistado.
 

 Y repentinamente me entran ganas de devolver todo lo que he comprado, o más bien hacerlo a un lado porque ya está llegando a las grandes pasarelas, en este caso la de Milán las temporadas primavera-verano. Suena precitipado, y muy loco, pero gracias a Dios, a los diseñadores les da igual. Ya me han empezado a contagiar su buen humor y sus ganas de buen tiempo. Mañana llega mi pequeño gran anticipo del verano, y me muero de las ganas.
Con cariño, y mientras los charcos se hielan,
P.

domingo, 23 de enero de 2011

Un año después.

Vuelve a sonar esa canción tan preciosa, con tanto contenido. Y vuelven a sonar las mismas voces. Vuelve a oler a jara mojada. Y es entonces cuando recuerdo todo eso que parecía estar dormido en mí. Me vuelvo a enamorar de la bondad, de la tranquilidad, de la capacidad de admirar. 
 Y recuerdo que vale la pena ser bueno porque al final del camino habrá alguien por quien el esfuerzo habrá merecido la pena. Y que en realidad, no hay prisa. No hay ninguna razón para agobiarse ni correr.
Y parece mentira, pero eres precisamente tú quien me recuerda que lo que menos importa es el dinero, que pasarse la vida debajo de un puente no es tan importante si la pasas con esa persona especial que cada uno tiene destinada.

Prometo volver a mirar aquel tejado ilusionada. Prometo volver a seguir las prioridades de mi vida. Y prometo volver a valorar las cosas que tenía olvidadas.
Como dije una vez: Y vivir así, yo quiero vivir así. Sé que no es el momento para que pase algo. Quiero volverte a ver.

Eres la razón de que vuelva a sonreír.
Mucho más que una bebida. Un concepto de felicidad.
P.
o C. En realidad, no importa.

jueves, 20 de enero de 2011

Inception

 Esta noche la luna brilla especialmente. Por supuesto eso me recuerda a tí. No importa el tiempo que pase, la luna seguirá saliendo cada noche y brillará con la misma fuerza que entonces. Increíblemente anhelada, fuente de inspiración de grandes poetas, causa de miles de suspiros.
 Blanca, romántica, lejana, inalcanzable. Sin embargo todos los que allí han estado y han conseguido llegar a ella han descubierto y saben que simplemente se trata de una roca gris, sin vida, sin gracia y mucho menos romántica. ¿Cuántas veces hemos esperado impacientes a que llegara un momento para disfrutar de él y cuando ha llegado, sin embargo, era mucho menos de lo esperábamos? Tal vez simplemente, por haberlo esperado tanto, con tantas ansias. ¿Qué se supone que debemos de hacer entonces? ¿Dejar de soñar? ¿Dejar de mirar la luna y suspirar por su belleza porque sepamos que cuando lleguemos a ella no será como la esperábamos?
Al revés. Es el reflejo de algo muy grande. Es el recuerdo del sol, y el hecho de ser ese recuerdo es lo que la hace tan especial, porque forma parte de él. Nuestros recuerdos forman parte de nuestras acciones y lo que sentimos al recordarlas también. Por eso, muchas veces existe el miedo a recordar. Y a vivir de un recuerdo.
 Tal vez miedo a pensar que lo que hemos vivido no sea exactamente como los recordamos y eso cambie irremediablemente el curso de las cosas, y sobretodo, nuestra relación con las personas que forman parte de ese recuerdo.
 A veces los recuerdos no son más que deseos inconfesables que guardamos, que tal vez ni siquiera hayan ocurrido porque a base de recordar nuestro deseo acabamos afirmando la canción de Sabina "No hay nostalgia peor, que añorar lo que nunca jamás sucedió". Pero tú sí sucediste. Tan claro como que la luna brilla hoy con más fuerza que muchos días.
Y qué le vamos a hacer, si gran parte de esos pequeños instantes, ya sólo son recuerdos.
P.

sábado, 15 de enero de 2011

Miradas

« Se te nota en la mirada, que vives enamorada »
« ¿Cómo eres capaz de decirme que me has olvidado mientras me besas con la mirada?
¿Cómo puedes pedirme que mate las mariposas que revolotean en mi estómago, si tus ojos las alimentan cada día? » Gossip Girl

 Si te dijera que me enamoraste por tu alto coeficiente intelectual, por tu generosidad, por tu sentido del humor seguramente me acercaría a la verdad pero, sin duda, esa mirada fue la culpable de todo. Esas miradas de complicidad eran mucho mejor que ningún beso o abrazo. Mejor que ninguna canción o poesía.

Hay miradas de todo tipo: de cariño, de aprecio, de odio, de comprensión, de respeto, de admiración. Con ellas decimos seguramente mucho más de lo que realmente pretendemos, dan el 45% de la información cuando hablamos con una persona. Se puede sonreír con la mirada, o intimidar a alguien.  También es cierto que el simple color de los ojos ya es un condicionante para que cueste mantener el contacto visual.  Pero las miradas de complicidad, van mucho más allá del color del iris. Esas miradas hablan por sí mismas, te traspasan hasta llegar a tus sentimientos y son capaces de hacerte sentir que conoces a esa persona mejor que a ti mismo. Transmiten un "sabes que lo sé" y también un "estoy aquí, cuenta conmigo para lo que necesites". Yo he tenido la suerte de vivir una de esas que dicen "Te quiero, lo sabes; sé que tú también" y "Olvídate del resto, somos solamente tú y yo".
Tu mirada es única. No la cambiaría por nada del mundo.
Aunque nada puede asegurarme que no vuelva a enamorarme. Espero que no porque en ese caso, sería demasiado tarde: Soy incapaz de luchar contra ella.
P.

viernes, 14 de enero de 2011

Here we go again



Volvemos a la rutina, a lo cotidiano, a lo de cada día que en el fondo, también gusta.
Es lo que tiene empezar el año, que una vez estrenado y pasada la euforia de cambiar de agenda hay que empezar a hacer realidad los proyectos. Está demostrado que a comienzos de año la publicidad sobre artículos coleccionables empieza a incrementar junto a las ganas de empezar algo desde cero. Así que ya he empezado a echar un vistazo por mi quiosco a ver si encuentro alguna que otra colección por fascículos interesante y que mi bolsillo pueda permitirse; cosa difícil, porque con este mes viene la conocida cuesta de Enero. Después de los excesos navideños (y digo excesos en el mas amplio sentido de la palabra dado que en mi caso ha sido de tipo económico, gustativo, estudioso y demás) y claro, ahora toca ponerse a plan. 

 Para empezar un poco de dieta depurativa no viene nada mal, mucho té e infusiones y el gimnasio también será un gran aliado. El caso del problema monetario ya empiezo a solucionarlo a base de canguros por todos lados pero sin embargo el escolar creo que va a ser más complicado. 

 Primer día de clase, segunda hora de la mañana: Historia. La profesora con toda su buena intención y una enorme sonrisa en la cara nos pregunta qué tal nos han ido las vacaciones. La respuesta suena al unísono “¡Genial!”, a continuación nos recuerda que el próximo jueves (es decir ayer) tendríamos examen de los últimos temas. Entonces formula la segunda pregunta del año que no tiene tanto éxito: “Y sinceramente, ¿qué tal lo lleváis?” Fracaso rotundo, creo que empezamos mal el año: Todas nos quedamos en silencio mirándola. Ella continúa “Venga a ver, seguro que algo habéis estudiado; ¿Quién le ha dedicado un rato diario?” Silencio de nuevo y por lo bajini unas risitas nerviosas. “¿Los fines de semana?” Empieza a desalentarse. “¿Tal vez una hora en total?” Entonces se levanta triunfante una mano y su cara se relaja. “Bueno esto mejora; ¿y entre media y una hora?” Es mi turno, junto al de otras cinco niñas. “¿Alguien lo ha abierto para ver de que iba aunque lo haya cerrado a los dos minutos por ser un auténtico rollo?” Unas diez manos. “Y ahora también sinceramente, que levante la mano quién ni siquiera se ha llevado el libro a su casa” Se suben tantas manos que aquello parece un concierto. 
Sorprendentemente la profesora se recupera rápidamente del golpe bajo y nos alienta con otra enorme sonrisa recordándonos que los mejores coches son aquellos que son capaces de pasar rápidamente de 0 a 100 km/h. Y tiene toda la razón, así que apunto el primer propósito del año, conseguir pasar en esta semana de 0 a 100 y mantenerme aunque sea a 90 aunque para ello seguramente tenga que poner más de una vez gasolina con una parada de emergencia (que seguramente será una escapada a la playa con mis amigas) 
 y también la revisión de la batería a diario que viene siendo mi segundo propósito del año: trasnochar un poco menos y dormir un poco más.
 Aún así Enero no trae sólo cuestas arriba, también está la cuesta abajo de las magníficas rebajas que este año suben un 5% más que el anterior, la crisis afecta a todos. De momento voy un poco mal con el segundo propósito así que voy a disponerme inmediatamente a hacerlo realidad,
Buenas noches
P.

viernes, 7 de enero de 2011

Por estrenar...

Queridos Reyes Magos y Papá Noel:
Antes de que se acabe la Navidad quería daos las gracias por todo lo que habéis hecho por mí. Por cada regalo que sin duda, ha hecho que estas fechas sean más especiales aún. La verdad es que muchas de las cosas de la lista que os envié sabía que era absolutamente imposible que me las concedieseis, de hecho os las escribí medio bromeando pero sin embargo ¡lo habéis hecho! El año que viene pondré lo del coche en MAYÚSCULAS porque cumplo 18 (es broma de nuevo). ;)
Espero poder hacer un buen uso de todos ellos y sacarles el máximo provecho. He pensado escribirlos aquí para tenerlos presentes durante todo el año como incentivo para portarme bien el que viene:
- Unas Ray Ban Aviador
 - Una cámara reflex Cánon

- El libro del fotógrafo Doisneu

- Un kit completo de manicura francesa
- Un precioso collar de perlas

- El libro "Tu estilo" de Marina Echánove

- Una falda larga azul
- El libro "Reencuentro" de Fred Uhlman

- Un atril para estudiar
- Crema "Love Lotion" de Natural Honey
- Funda para la Blackberry
- Una chaqueta negra de Trucco
- Botines con tacón azules
- Pantalones azules
- Colonia "Lady Million" de Paco Rabanne

- Teleobjetivo de zoom para la cámara de fotos
- El libro "Una habitación en Babel" de Eliacer Cansino

- Blusa azul de Zara
- Fular de flores de Zara
- Colonia Amor Amor de Cacharel

- Botas de cowboy con tacón de Lefties

- Pulsera de plata de Lotus
- Calendario de La Ley de Murphy

- Chaqueta marrón clarito de Zara

- Un billete de ida y vuelta en avión para que una de mis mejores amigas del verano venga unos días a Madrid.

Creo que nunca había tenido tantos y tan buenos regalos, como os prometí intentaré portarme fenomenal durante estos 365 días.
Gracias por todo. Os quiero mucho.
P.

martes, 4 de enero de 2011

Año nuevo, vida nueva

De momento viento en popa, sin duda este año tiene buena pinta. No podía haberlo empezado mejor, por supuesto con mi familia y con televisión española encendida. Ya es todo un clásico. 
 Un año más empieza. El penúltimo año según el calendario Maya. 365 días aún sin escribir. Poder hacer absolutamente lo que quiera con ellos. De esos 365  una gran parte serán días de sol, días en los que habrá verdaderas ganas de cambiar el mundo, otros más perezosos y cotidianos. Días al fin y al cabo. Pero son esos días, esos pequeños instantes, los que dentro de doce meses juntándolos todos harán aparecer una enorme sonrisa en mi cara. O al menos ese es mi único propósito este año, porque he de reconocer que también tengo una enorme lista de objetivos por lograr, de sitios donde viajar, y seguramente también de gente por conocer pero prefiero que eso corra a manos Del que sabe más. 
Sin duda alguna va a ser un año lleno de días increíbles, pero sobre todo irrepetibles que sólo vamos a poder vivir una vez y los cuáles debemos escoger minuciosamente con que van a estar rellenos.
Se presentan días corrientes y molientes, pero cada uno especial; nuestro cometido será descubrir porqué lo son y finalizarlos lo mejor posible. De momento sé que lo llenaré de mil canciones que aún ni siquiera se han escrito, de un montón de películas que irán saliendo, de algún que otro concierto. También de horas de estudio. Por supuesto de un día de Reyes, de las rebajas, de San Valentín, de una Semana Santa, de mi 17 cumpleaños, de la verbena, de mi confirmación, de un verano. 
 Del comienzo de mi último curso académico, de las fiestas del Pilar, de un Halloween, del puente de la Inmaculada y de una Navidad. Todo ellos aún sin estrenar. Pero estoy segura de que las mejores cosas que sucedan este año son aún imprevisibles, como siempre.
 Será un año de chuparse los dedos, de comerse el mundo y cometer locuras, y también fallos. De caer y aprender a levantar, porque uno sólo es joven una vez
2011… ¿Qué puedo decir? La verdad es que suena genial.
P.