Volver a aquel sitio en el que aprendí a olvidarte para olvidar el lugar donde jugué a quererte.
Con las energías a cero la santa Semana Santa me rescata una vez más. Este año se ha hecho de rogar demasiado y como ventaja este año utilizaré mas ropa de verano de lo que se suele en estas ocasiones...y la sabré aprovechar al máximo.
Horas y más horas al sol (porque pienso volver negra), largos paseos marítimos, locura playera, nostalgia.
Ropa fresquita, comidas ligeras.
Conversaciones existenciales.
Playa, pinares, olvidar Madrid y su ruido... y cambiarlo por el sonido de las olas del mar.
Y el olor a concentración, prisas y estrés por el del salitre.
Y la útil BB por algún cuaderno y un boli.
Desayunos mediterráneos cada mañana mirando el mar desde la terraza y sintiendo el levante a primera hora.
Deliciosa primavera... Olvidé que existías.
P.
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